Edificio entrada CP. Francisco Esteve |
En la interesante entrevista que realizamos a Mª José, musicoterapeuta del Colegio Francisco Esteve , nos invitó a asistir a una de las sesiones que prepara cada jueves para los alumnos autistas. Aceptamos esta gran oportunidad y el día 6 de Marzo nos presentamos con muchas ganas de descubrir más cosas sobre la Musicoterapia.
Pasillo con material adaptado |
Equipo de música del aula |
Nada más llegar al colegio, nos dirigió a la sala donde realizaba las sesiones. Una especie de gimnasio en el que encontramos materiales como un equipo de música, taburetes, colchonetas y dos armarios con todo tipo de instrumentos musicales que más tarde los pequeños utilizarían.
Puesto que nuestra visita consistía en una observación, esperamos la llegada de los alumnos desde una de las esquinas del aula para no interferir en la sesión.
Rápidamente, Mª José comienza a distribuir el material por el aula, formando un círculo con taburetes en el centro del aula y prepara una caja con diversos instrumentos de percusión y metal como panderetas, sonajas o cascabeles. Por último, ayudamos a colocar colchonetas al fondo de la sala.
Distribución de la sala |
Por fin, comienza a sonar una música relajante y entran siete niños de entre 4 y 11 años acompañados por maestras de apoyo (una para cada niño). Cuando cada uno se ha sentado ya en su taburete y está listo, Mº José prepara su guitarra y con el "saludo", abre la sesión.
En esta parte inicial de la sesión, toca con la guitarra el ritmo de la canción Doo-Dah a la que cambia la letra para que entre todos saluden a cada compañero. Así, uno a uno van siendo nombrados y saludados por sus compañeros que le dan la bienvenida consiguiendo que el niño salude y se sienta identificado.
Una vez todos los niños han tenido ese momento de protagonismo que parece animarles a continuar la sesión, Mº José, en la segunda parte de la sesión, ofrece la caja de instrumentos a cada uno de ellos para que individualmente escojan el que más les guste y apetezca tocar. Ahora, explica de forma general (para que las especialistas conozcan la dinámica de esta parte) que juntos y mientras suena su guitarra tocarán todos juntos los instrumentos que has escogido sin importar el ritmo ni la intensidad; con la condición de, terminada una estrofa de la canción, todos juntos paren a la vez de tocar sus instrumentos y consigan silenciar el ambiente de la sala.
Una vez realizadas las presentaciones las maestras tumbaron a todos los niños en las colchonetas (no sin esfuerzo) y mientras sonaba un tema relajante trataron de balancear a los niños con un movimiento suave y rítmico, mientras que estos sentían como su espalda frotaba contra el suelo.
El siguiente ejercicio consistió en que los niños recibían pequeñas presiones a lo largo del cuerpo al ritmo de un blues, este cambio de música pareció gustarles a algunos y alterarles a otros, que se removían inquietos pese a los intentos de las educadoras por mantenerlos en el sitio. Más tarde, hubo otro cambio de música, esta vez la canción infantil "Tic tac" en la que se daban palmadas en la espalda.
Como último ejercicio vuelve a sonar una melodía que consigue relajar hasta a los más moviditos, si añadimos que las maestras les daban un pequeño masaje frotándoles todo el cuerpo no hace falta explicar por qué más de uno se quedó dormido.
Por desgracia, llegó el final de la sesión. Mª José retoma la guitarra y siempre con música, se despiden hasta la próxima.
A nosotras solo nos queda agradecer la oportunidad de haber podido disfrutar de esta experiencia.
Una vez todos los niños han tenido ese momento de protagonismo que parece animarles a continuar la sesión, Mº José, en la segunda parte de la sesión, ofrece la caja de instrumentos a cada uno de ellos para que individualmente escojan el que más les guste y apetezca tocar. Ahora, explica de forma general (para que las especialistas conozcan la dinámica de esta parte) que juntos y mientras suena su guitarra tocarán todos juntos los instrumentos que has escogido sin importar el ritmo ni la intensidad; con la condición de, terminada una estrofa de la canción, todos juntos paren a la vez de tocar sus instrumentos y consigan silenciar el ambiente de la sala.
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Cada niño sentado junto a su maestra de apoyo realizando la segunda actividad de la sesión |
Una vez realizadas las presentaciones las maestras tumbaron a todos los niños en las colchonetas (no sin esfuerzo) y mientras sonaba un tema relajante trataron de balancear a los niños con un movimiento suave y rítmico, mientras que estos sentían como su espalda frotaba contra el suelo.
El siguiente ejercicio consistió en que los niños recibían pequeñas presiones a lo largo del cuerpo al ritmo de un blues, este cambio de música pareció gustarles a algunos y alterarles a otros, que se removían inquietos pese a los intentos de las educadoras por mantenerlos en el sitio. Más tarde, hubo otro cambio de música, esta vez la canción infantil "Tic tac" en la que se daban palmadas en la espalda.
Como último ejercicio vuelve a sonar una melodía que consigue relajar hasta a los más moviditos, si añadimos que las maestras les daban un pequeño masaje frotándoles todo el cuerpo no hace falta explicar por qué más de uno se quedó dormido.
Por desgracia, llegó el final de la sesión. Mª José retoma la guitarra y siempre con música, se despiden hasta la próxima.
A nosotras solo nos queda agradecer la oportunidad de haber podido disfrutar de esta experiencia.
Integrantes del Blog con MºJosé (segunda desde la izquierda) |
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